giovedì 26 aprile 2012

TESTIMONIO de VIDA: CUANDO “LA SED DE SUPERACIÓN” ES... ¡ÉXITO!


“Recuerdo cuando nos mudamos a nuestra casita, todos llenos de polvo en el lugar más escondido del mundo. Mis hermanos y yo éramos pequeños y jugábamos mientras mis padres y mis tíos ayudaban a ingresar todas las cosas a mi humilde casita.


                           (En la foto Bertha con hermana Vicenta)

 Traer el agua era toda una odisea, debíamos ir bastante lejos para llenar nuestros baldes del único pozo de agua que había en la asociación. Y así lo hacíamos día tras día… y cuidábamos hasta la última gotita…
Luego, gracias al esfuerzo de mis padres construimos una mejor casita y nuestro propio pozo de agua, ¡ que felicidad tener el agua en la puerta de mi casa !. Progresivamente llegó la luz eléctrica y el agua potable; mis hermanos y yo ayudábamos a nuestros padres en lo que podíamos, pero siempre estudiando en el colegio y en la universidad nacional para construirnos un mejor futuro. Para ellos la mejor herencia era el estudio y así lo entendimos nosotros.
Mis padres siempre trabajaron muy duro, mi padre en un Estudio contable y mi madre en los Talleres de costura, pero siempre juntos como familia, siempre dándose tiempo para compartir con nosotros, y disfrutar del hecho de estar unidos como familia.
 
Pasamos muchas necesidades y nos privamos de muchas cosas materiales que a la larga no son lo importante, lo más importante para nosotros es haber podido contar con unos padres presentes afectivamente que nos dieron mucho amor en cada una de sus acciones. Las necesidades que pasamos no marcaron nuestras vidas negativamente, no renegamos por no haber tenido luz o agua mientras éramos niños, porque hemos aprendido a valorar cada cosa que se logra con esfuerzo. Traer el agua a nuestra casa nos demostró que todo es posible si trabajas y te esfuerzas y que saciar tu sed sí se puede si luchas por conseguirlo (sed de conocimientos, de afecto, de espiritualidad, de oportunidades, etc).

Para nosotros hasta el día de hoy obtener algo siempre es motivo de alegría y de satisfacción: una buena nota, una nueva compra para la casa, un nuevo logro en el trabajo, ayudar a quien lo necesita, un nuevo miembro en la familia, un año más de vida, en fin…. Y siempre festejamos con alegría y con mucho cariño.
Mi vida fue sencilla y con muchas dificultades, pero la pudimos enfrentar juntos como familia, como lo hacemos hasta el día de hoy.

Los tres hermanos somos profesionales y le damos un gran valor al esfuerzo y la dedicación de nuestros padres, y lo que continuamos haciendo como siempre es seguir siempre juntos aunque cada quien tenga una vida personal y familiar diferente; conservamos nuestras costumbres y nuestra esencia, pero sobre todo nos mantenemos unidos como la gran familia que somos:  los “Silva De La Torre”.

Bertha Silva De La Torre – Psicóloga del Hogar San Francisco

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